Arando con la yunta (61 x 46 cm.)
IV
Dejad
que la simiente germine
en
estas fecundas besanas.
Que
su garganta más humilde
grite
el acíbar de sus silencios.
Dejad
que en las herrizas viejas
vaya
creciendo el esparto nuevo.
Y
que otras manos hagan pleita
de palma, de pita, de
versos.
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